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Mostrando entradas de agosto, 2009

Técnicas de estrangulamiento

Por si la toman de las muñecas, voltee el brazo, busque el agujero que deja su oponente entre el pulgar y los demás dedos y haga palanca, como si su codo fuera a topar contra el de él. Sin fuerza. Es palanca. Y si la toman de las muñecas otra vez, palanca, ahora muévase, palanca. Si puede, huya. Entre más se mueva usted, tiene más a su favor. Ahora no ponga tanta resistencia y procure caminar al paso del oponente, espere el momento oportuno. Él jala, ceda un poco, sorpréndalo saltando hacia adelante y él perderá el balance. La patada deberá ir en la boca del estómago o en la costilla flotante. Si es en la costilla, duele más. Se ensarta. Punzante. Si la estrangulan desde el frente, esconda su cuello entre los hombros. Ahora que está protegida no ceda, y busque en la tráquea del oponente, arriba del agujeto del esternón. Unos tres centímetros más arriba. Ahí, donde es blando, ahí en la tráquea. Si tiene uñas largas, mejor. La estrangulan otra vez, ahora la toman por atrás, como si fuera

La custodia del cactus (Invasores II)

En el cubil felino donde laboro están: mi pc con 11 gigas de música, mi colección de arañas de plástico, diccionarios, papeles reciclados, fotos de Al Pacino y Jhony Deep y un montón de hormigas locas. No sé de dónde salen. Y hoy, precisamente hoy... Les contaré. La amiga Joy se fue de vacaciones y tenía dos cactus. Repartió sus bienes y yo rogué para que me dejara uno. Quería sentirme útil, necesitada, con el éxtasis enfermizo de que ese minúsculo ser fotosintético (¿con cuál sol ahí dentro?) me necesitaba a mí. Quería el poder. Que supiera qué era la dependencia. Con mi cactus de prenda, fui feliz un poco. Solo un poco porque a la primera semana no sabía qué hacer con él. Si se le echa poca o mucha agua, que por qué me deja tierra ahí, que si no se seca, que si lo ahogo si le echo más agua, que es intocable el infeliz. Superada la primera semana, vi que bajo su maceta enana de plástico salía más tierra de lo usual. Y odio la mugre también. Con papeles volando por todos lados, levanté

Invasores

Frente a mi tazón con leche y cereal de colores aparecen ellas. Traviesas. Ciegas. Menuditas, insignificantes, o eso quiero creer. Las miro y sin pensar pongo mi dedo índice sobre las que se asoman. Cometo hormiguicidio. Masacre. Estas hijeputas seguro aparecen por generación espontánea. Hace días que busco su gueto para infestarlas con el veneno que huele a limón. Trepan sobre el pichel con limonada. Están en la miel, las galletas, el pan. Y por un momento quisiera exterminarlas a todas para que no se suban en mis pies desnudos, para que no se coman mi clavel, para que dejen de joderme en la mesa cuando quiero estar sola con mi gran tazón de leche. Olvido que son también marabunta. Un solo ser que puede matar si se le antoja. En realidad no, si son amenazadas sí. Hoy no importa. Que mueran todas así la tierra se colapse porque no puede respirar. Nadie las invitó. Hormigas invasoras, váyanse muy lejos a su casa. Dejen en paz la mía. Lo más lejos de lo lejos, aquí es la ci-vi-li-za-ción

Trivialidades

"Que no sobresale de lo ordinario y común, que carece de toda importancia y novedad. Expresión, concepto, poesía trivial." Eso dice la Rae. Supongamos que le creo. Entonces habría que tener un estándar a lo Iso que monitoree qué es o no trivial, qué debe importar y qué no. Como el libro ese de mi profesora de Semiótica: Todo sobre Cultura, lo que hay que saber. Un entrenamiento exhaustivo sobre los conocimientos básicos para considerarse culto o no coolto. {Por supuesto no encajo en el perfil.) Así, trivial es tan ambiguo como cuando uno se fija en alguien. Tendrá requisitos, pero da igual poner parámetros, para gustos los colores, razas y malas costumbres. Sobre todo las malas costumbres. Repensando en las trivialidades o estupideces del día a día... no me excuso. El mote de interesante no va bien. Que interese... ¿que le interesa a quién? Según quién pregunte también. Quizá sí condene los imperativos atormentantes de usar el tiempo para fines productivos, repensar lo que h

Satisfaction

Voy en el cacharro que da la vuelta en la Jerusalén y que llega al centro de gobierno, y en el centro comercial snob ese, por el que mandaron al carajo mi parque para bicicleta, se suben dos chicos con guitarra en mano. Chicos tiernos, jugosos... no sé si crujientes. Habrá que ver. El líder tendrá 17, usa camisa a cuadros, celeste, arremangada, metida en el pantalón raído. Su guitarra ha batallado, ha gritado, ha murmurado. Es azul y color madera. El compañero parece más callado, se limita a hacer el punteo correcto de la canción. Dan gracias al cielo por un hermoso día, por la belleza de esta mañana. Parece que cantarán alabanzas, me digo, que no estaría mal. Con su saludo, anuncian su primera interpretación. 1) Satisfaction , de los Rolling Stones I can't get no satisfaction I can't get no satisfaction 'cause i try and i try and i try and i try I can't get no, i can't get no Y con su I try... I try sacan sonrisas, bajan la tensión, por un instante olvida uno que h

La pedantería del que sabe

Leo un artículo de un escritor de un país vecino. Dice un par de verdades y me paseo por su juicio sobre Las mil y una noches . Tiene razón. Mil veces toda la razón. Engalana su texto sugiriendo una traducción del árabe clásico al francés, le parece mojor lograda. Soslaya la que usó Borges. Y en un arrebato de irracionalidad juzgo su sabiduría con pedantería... creo que es de los que dice "yo sé más que ustedes". Y lo sabe, y lo es. Y es más sabio. Comento con un amigo y me desmiente, dice que es accesible, amable. "Y se habla con tanta facilidad con él..." Él si habló con él, y yo no. Abismo al que no debo saltar. El amigo me tendió la red, me salvé... por ahora. Me lleva un minuto darme cuenta de mis prejuicios, de la ignoracia sobre la que mí pesa, sobre todo el desconocimiento que no quiero cobijar. Me retracto. Son mis prejuicios... son mis prejuicios. Ahora veo la representación de ese hombre al que estoy leyendo, quiero desmenuzarla y ver si por fin la pedant

Españoles desnudos y naturismo

Ya sé que la pornografía bajera (de muuuuuy poca calidad) la dan en el 13 después de la once. De todos modos no hay nada que ver y tampoco el E! tiene buena oferta de cárnicos. Ni uno ni el otro. Y de zip en zip llego hasta un canal de esos que dan documentales. No era Discovery Channel, sino otro. Sobre la pantalla se bambolea una enorme barriga cervecera. Piel curtida pero que no deja de tener ese color insípido. Allá, atrás de él, y a la sombra del camarógrafo, otro hombre desnudo también, atlético, pero no apetecible. Aparece una chica en pantalla y sus tetas más bien son pasas albinas. Asco profundo. La desnudez humana. Naturismo le dicen. Turistas españoles desnudos con sus Mac en medio de una haciendita que es una antesala del nirvana ecologista. Brutal. No, nada, está bien. Ante todo la originalidad de despojarse de las ataduras de la ropa... las marcas... las convenciones... total. Emulación del Edén. Adán y Eva se pasean por ahí. Y luego dicen los libros de historia que nuest

La inauguración

Presento la semiosis infinita. Un escape educado, muy poco. Una salida irreverente, procuraré. Porque las interpretaciones no acaban nunca, porque cada quien mira desde su ojo, su mundo... sus obsesiones. Me distraigo pensando en qué diablos puede ser ese guiño de ojo... o esa mano que no me suelta.