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Quererse un poco

 ¿Qué es quererse un poco? ¿Cómo sé que me estimo un poco? Las respuestas variarán depende de quién conteste. Hace unas semanas tuve el privilegio de asistir a una colega maravillosa en un proceso terapéutico con mujeres mayores de 40 años (yo, por supuesto, entraba en la categoría). Por secreto profesional, no podré describir las dinámicas, pero sí contaré qué aprendí.

1) A veces creemos que estamos solas y abandonadas, pero si recordamos a lo largo de nuestra vida, a veces hemos recibido ayuda de personas que ni si quiera imaginábamos. ¿Hubo una compañera de clase que te prestó su cuaderno porque tenía mejores apuntes? ¿Alguien alguna vez te compartió de su propia comida? ¿Te han recomendado sin ningún interés para un trabajo? Y si lo pensamos bien, pues siempre hay alguien que tiende una mano. A veces queremos que sean las personas importantes en nuestra vida, pero no siempre ocurre así.

2) Soy valiosa, soy suficiente. En un mundo de autoexigencias comerciales, es vital recordar esta frase. Si bien ya no tengo las inseguridades adolescentes, por supuesto que como mujer de mediana edad me enfrento a otros tiranos. ¿Estoy lo suficientemente sana? ¿Estoy llevando una vida balanceada con mi trabajo y familia? ¿Tengo las competencias para ese nuevo proyecto? Y así. El muro de las vanidades en LinkedIn está plagado de promociones laborales, viajes y premios por proyectos, diplomas. Es complejo porque también miras tu hoja de vida y a veces nos creemos poco. Sin embargo, nadie podrá hacer lo que yo hago de la manera en la que yo lo ejecuto.

3) No, no estoy ni con depresión y ni esto es un blog de autoayuda. Decía Hemingway que hay que "escribir inflexible y claro sobre lo que duele". Por eso estoy aquí. Porque creo que, como con el ejercicio, la escritura es un músculo que hay que trabajar. En este blog mi única pretención es que la mano creadora corra y no sea alcanzada por la mano editora, como bien diría Natalie Goldberg.

4) Quererse es un proceso que se aprende poco a poco. Por eso, y luego de un altercado amistoso con una de mis personas fundamentales en la vida, voy a compartir algunas frases tipo mantra para decirnos por las mañanas cuando estamos en el baño tomando una ducha o frente al espejo.

  • Este es el glorioso cuerpo que me ata a esta vida y tengo que vivirlo.
  • Mi cuerpo es suficiente y tengo que cuidarlo (dormir bien, comer bien y ejercitarlo).
  • Estoy descubriendo mis capacidades y cada día aprendo que puedo crecer y dar más.
  • Soy inteligente, soy brillante, soy hermosa y soy amada. (Poooor supuesto esta es mi adaptación de la frase que Viola Davis le dice a la nena cuando se despide de ella en Help).
Hoy necesitaba escribir sobre cómo cada día descubro mi amor propio y lidio con los demonios que me dicen que no lo voy a lograr. Se los dejo por si andan en las mismas cuerdas tambaleantes. 
Feliz Día de Reyes.

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