Ir al contenido principal

Made in El Salvador

Por las mañanas viajo en buses que hizo la Mercedes Benz y generalmente pago con una moneda grandota, dorada, llamada dólar. A veces en la parada del estadio me compro una bolsa con papaya que trajeron de Guatemala. Una vez una rebanada me cayó en la camisa cuya etiqueta dice Made in China, fue el mismo día que quería llevar a reparar mis zapatos comprados en MD (porque siempre salen malos)  al taller de don Fidel.

En las mañanas uso de esos plumones que se compraron en Office Depot, y apunto mis próximas tareas en mi agenda que fue hecha en Brasil. Cuando trabajo mucho me desperezo viendo el Facebook en mi computadora HP L710 que recién me acaban de cambiar porque la otra ya no servía. Otras veces reviso en la web si hay algo interesante qué ver en Cinemark. El último filme que vi fue británico, en ese Gary Oldman hace de espía. Dicen que ganó un Oscar por esa, y fue el argumento con el que fuimos a verla con mi chico.

En mi teléfono, cuya señal provee una empresa española, me caen mensajes de que mande PIROPO a equis número, generalmente los borro. Un día de estos uno de mis colegas me presumió su nueva aplicación en su Iphone que se compró hace unos meses en New York. Le dije que la aplicación era chévere, y como para ignorarlo me fui a la computadora.  La peruanita Susana Baca me cantaba al oído, en unos audífonos perdidos de una Mac.

Cuando llego a casa cocino los huevos El Granjero en una cacerola que hicieron en Taiwán, pongo la tele y veo 30Rock. A veces leo el libro del turco Orhan Pamuk, o releo al sudafricano Coetzee, es que me gusta su técnica.

Si no puedo dormir me tomo un té hecho en Estados Unidos, y lo pongo en mi taza de cerámica barata que hicieron en China también. Me meto a la cama, y me echo una cobija que hicieron en Juayúa, El Salvador.

Me envuelve mi patria, este sitio tan mío que no me da nada que me pertenezca.

Comentarios

El antropólogo inocente ha dicho que…
Cielos de Purpura y de oro gentilmente patrocinados por Coca Cola.
MHM ha dicho que…
Los productos culturales o utilitarios dejaron de ser autóctonos hace decenas de años. Los componentes electrónicos son el mejor ejemplo. El cine es otro gran ejemplo. Se rueda con cámaras japonesas y se edita en omputadoras cuyos componentes están hechos en tres países diferentes. China es ya la fábrica del mundo. No existe nada 'propio' como no sea lo que 'apropias'. Buscate otros mejores motivos para detestar esta patria, seguro los hay, Lore...
Lorena J. Saavedra ha dicho que…
Jajajaja, me fascina tu comentario, MHM, porque si nos ponemos a detestar este país, hay varias cositas con qué echar mano. Tenés razón en lo de los productos culturales autóctonos. Hace mucho que no existen los que acá se hacen, aunque nunca está de más recordar que lo que pertenece se manufactura en muchos sitios. Así, la construcción de nosotros se reparte en diferentes lugares. Un abrazo.

Entradas populares de este blog

Satisfaction

Voy en el cacharro que da la vuelta en la Jerusalén y que llega al centro de gobierno, y en el centro comercial snob ese, por el que mandaron al carajo mi parque para bicicleta, se suben dos chicos con guitarra en mano. Chicos tiernos, jugosos... no sé si crujientes. Habrá que ver. El líder tendrá 17, usa camisa a cuadros, celeste, arremangada, metida en el pantalón raído. Su guitarra ha batallado, ha gritado, ha murmurado. Es azul y color madera. El compañero parece más callado, se limita a hacer el punteo correcto de la canción. Dan gracias al cielo por un hermoso día, por la belleza de esta mañana. Parece que cantarán alabanzas, me digo, que no estaría mal. Con su saludo, anuncian su primera interpretación. 1) Satisfaction , de los Rolling Stones I can't get no satisfaction I can't get no satisfaction 'cause i try and i try and i try and i try I can't get no, i can't get no Y con su I try... I try sacan sonrisas, bajan la tensión, por un instante olvida uno que h...

Carta a Ana Vilma de Escobar

Señora Ana Vilma, permítame dejar de llamarle señora para que, como vos querés, te trate como se le trata al populacho: de vos. No te sintás ofendida por el voceo. Nosotros acá en la calle así somos. Anduve mirusquiando algunas fotos en las que aparecés, y quizá me permitiré explicarte un par de cositas. Como sos nueva en estos lares, pues no estaría mal que te consigás un asesor que venga de “abajo” para que te explique cómo va la cosa por acá. Como a nadie de tu campaña se le prendió el foco, o quizá sí consultaron Maquiavelo, pero no de la manera más precisa, entonces permitime comentar. Si Maquiavelo dice en El Príncipe que “te acerqués al pueblo”, que tus ministros, o vos, hablen su idioma, también tenés que tener en cuenta que acá abajo otro mundo es. Te muestro algunas acciones que quizá, quiero creer, hiciste con buena intención... pero que no fueron de agrado. Los choripanes Empezaste tu campaña para diputada con los choripanes de El chino. Un alimento bien apreciado por ...

La cosecha

Tendría yo entre 10 y 12 años cuando fuimos con mi familia a cosechar café. La finca se llamaba Las Delicias (me parece) y quedaba en las faldas del volcán de San Salvador. Ahora todo eso es pura urbanización. Era enero y hacía mucho frío. Recuerdo que íbamos todos en la familia con mucho entusiasmo que poco a poco se iba apagando cuando la respuesta de los adultos era la misma: "Todavía falta bastante". Nuestros pies estaban llenos de polvo y cansancio, pero sabíamos que era una aventura que queríamos emprender. Vengo de una familia del campo, aunque yo crecí en una de esas ciudades con el ego hinchado porque una vez en la vida fueron la capital, pero ya no. Aun así, durante mi niñez los encuentros con las noches estrelladas, los aullidos de coyotes y los gatos en la cocina fueron frecuentes. Esa vez que fuimos al cafetal, íbamos todos: abuela, tíos y tías, primos (muuuchas primas), hermano, madre y padre. Ahí aprendí qué era una tarea, un surco, qué tipo de bayas de café ha...