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2019: 9 logros y todo lo que salió mal

Una vuelta al Sol nos pone con buenos sentimientos, con ánimos esperanzadores y solo la ilusión de usar  la nueva agenda puede emborracharnos de felicidad. Los hay cínicos, que se burlan de los primeros, que tanta alegría para nada, que mucho blablablá. Yo soy de las que me gustan los procesos, terminar etapas y seguir echando camino. Quizá soy más escéptica en estos últimos tiempos y más bien por eso hago este recuento de las cosas buenas, y no tan buenas, que ocurrieron en esta vuelta al sol.

1) Los sueños sí se hacen realidad: Unicef

Entre abril y julio trabajamos con Clan Company con una campaña de Unicef. El reto era socializar los datos del informe de la niñez 2019 y desarrollar cinco videos animados de un minuto. Nos pasó de todo en este proceso, pero al final, el resultado nos complació. Una cosa divertida que ocurrió es que luego de algunas vueltas, además de trabajar concepto con Vanessa Larios y guion, pues quedé seleccionada como la voz de la niña del futuro. ¡Disfruten el video aquí!



Durante las grabaciones.

2) Cuentarios y textos sueltos

Hacía tiempo que no terminaba un cuentario y así ocurrió. Todavía no pasa nada con ese conjunto de textos. No ha ganado concursos y todavía no toca puertas editoriales, pero así es este oficio. 

3) Tatuka: series de TV

Este apartado también debería llamarse: los sueños sí se cumplen. Entre mayo y diciembre de 2019 trabajé como guionista de dos series infantiles para la franja de TV Tatuka. Creo que es de las cosas más hermosas que me han ocurrido en mi profesión. Dos personas fundamentales, cuando digo esa palabra me refiero a que son las columnas vertebrales de esto, son Noelia Merino y Facundo Agrelo. Merino, por su lado, es la conceptualizadora de las series, la curadora de contenido, y Facundo, creador de Zamba, es un asesor de contenido y guion espectacular. Con ellos de la mano he crecido como guionista. Infinitas gracias.

La primera serie eran 10 capítulos de 13 minutos cada uno, en acción viva, que diera a conocer la cultura nahua. Iniciamos con investigación, mucha consulta con gente fabulosa como Werner Hernández, Marielba Herrera y Alberto Cruz, quienes le dieron sentido al programa. Trípode Audiovisual era la productora encargada de darle vida. ¡Guao! Lo pienso y no me lo creo: ¡estamos haciendo TV salvadoreña para niños salvadoreños! Es mágico, maravilloso. Así nació Los guardianes tepewas, una serie de tv infantil de acción viva.

Maya, protagonista de la serie; André Guttfreund, en dirección de personajes; y Francisco Morales, productor, durante la filmación, junto al sonidista.

Junto a Kevin, protagonista de la serie.  Hice un breve cameo como la Mujer Calavera.

La otra serie de TV en la que trabajé es sobre historia, para celebrar el Bicentenario de independencia. De esta están los guiones de preproducción y el diseño de personajes. Vamos a ver qué le depara en el 2020 a la serie, que se espera se anime en 2D. Les cuento más cuando el proyecto avance. 

4) La industria de TV infantil en Colombia

¡Ufff! Tanto qué aprender. Me fui a Colombia una semana en septiembre para el Festival de Cine y TV infantil. ¡Guao! Qué maravilla. Aprendí montones, conocí gente extraordinaria, soñé proyectos. Hay tanto qué decir que mejor otro día nos tomamos un café.

Una foto maravillosa con gente potente: De iz a der. Pamela Pérez, desarrolladora de teatro infantil; Darío Alvarado, productor del Festival de Cine; Beth Carmona, directora del ComKids; Angélica Morales, desarrolladora creativa; Aldana Duhalde, directora de contenidos de PakaPaka; Noelia Merino, creadora de Tatuka y asesora freelance de contenido; Mariana Cano, de Nickelodeon México; Yamile Sandoval, asesora internacional de audiencias y contenidos infantiles; Liliana Silva, coordinadora del Festival de cine; atrás Renzo Amado su colega, de la IPE, canal de Perú.

Junto con Noelia, en la plaza Bolívar.

5) Dramaturgia con Sanchís Sinisterra

Fue divertido, esclarecedor y lleno de aprendizaje. Así fue el taller que impartió Sanchís Sinisterra en el Centro Cultural de España. Me firmó los libros  y una de las cosas más bellas y humildes que ocurrió fue que me preguntó que si estos me habían sido útiles. Le conté de la vez que estuve con el síndrome de la página en blanco y que uno de sus ejercicios me había sacado de ese agujero. Me dijo que él también hacía lo mismo. Morí de la emoción.

Junto a Moby Dick teatro, al centro, Sanchís Sinisterra, y arriba, Eloísa Vaello, directora del Centro Cultural de España en El Salvador.

El momento maravilloso en que firmó su libro para mí.

6) Contracorriente
He vivido momentos mágicos este año. Uno de ellos ha sido el rodaje de mi historia Contracorriente.  Impulsados por André Guttfreund, desarrollador del proyecto de apoyo al cine con los FOMCASS de la Alcaldía de San Salvador, participamos en un taller de guion con Best Picture System. Con Leonel Novoa trabajamos en el taller de guion y me parece que dejamos una versión bonita y decente de la historia. Creo que de las cosas más espectaculares fue reunir a mucho talento. Eso no lo hice yo, por supuesto, fui parte de esa maquinaria orquestada por Ricardo Barahona, quien se estrenó como productor y siempre asesorados por André para que todo fuera maravilloso. Cuando esté el estreno, les aviso.
El equipo completo junto con los actores, casi al final del rodaje de Contracorriente.

Francisco Cabrera y Herbert Quezada en la escena de la cena de Contracorriente.

7) Caramelo y Metzi en el Externado San José


Cuando los niños hacen teatro solo pueden pasar cosas maravillosas. No dejo de decir que el teatro es la asignatura más completa que existe: aprenden responsabilidad, a manejar sus emociones, disciplina, a trabajar en equipo, a proponer ideas, a ser creativos, a pintar, bailar, cantar, soñar, usar su imaginación, a hablar de temas y discutir, a exponer sus puntos de vista... Y puedo seguir. Ninguna otra asignatura consigue lo que esta. Por eso, yo escribo teatro para niños, para que gocen e imaginen como yo lo hice cuando fui niña. El externado San José de San Salvador puso este año dos obras mías en su escenario: Metzi y los leones y Caramelo asoma su nariz. No puedo describir lo que sentí porque lloré de la emoción toda la obra.

Escena del sueño de Lara, cuando se encuentra con su papá y Caramelo, de la obra de teatro Caramelo asoma su nariz.

Encuentro de los niños con las almas ancestrales.



El elenco de teatro del Externado San José y su directora, al fondo, Verónica Vásquez. 

8) Lectura en Santiago Texacuangos

Mis niños favoritos son entre primer grado y quinto. Son maravillosos, imaginativos, divertidos y así me la pasé en el Festival Salvadoreño de Literatura Infantil. Muy muy feliz.



 9) Nuevos estrenos: Las 7 vidas de Olivia

 Un proyecto largo y difícil de acabar para mí, pero que ya está en la fase final para su estreno. De este proyecto les contaré más en los próximos días.

10) Todo lo que salió mal

Y este último apartado es para todo lo que no logré en este 2019. Por las relaciones fallidas, las amistades rotas, los malos entendidos, los regaños en medio de producciones, por la altanería, por la desazón y el cansancio. Porque todo lo lindo que ha ocurrido, también tiene sus momentos tristes, sus procesos no resueltos. ¿Qué quisiera para el otro año? Seguir en la ruta, pero con muchas más personas que quizá dejé de lado este año que pasó. Por lo pronto, aquí yacen todas las cosas que no salieron bien, pero que de una u otra manera, me enseñaron. Como creo en la sanación y en los encuentros cara a cara, ya iré haciendo citas para tomar café y pedir perdón.

¡Feliz 2020!













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