Hoy parezco un octogenario que por poco se ahoga él mismo.
Ni la tos ni la gripe me han detenido. Y como estoy aprendiendo a ser buena gente conmigo, mejor me voy tempranito a casa, me tomo un té y me meto a la cama mientras veo una película. Necesito descansar.
Como quien tiene una carnicería, cerrado por la peste.
Ni la tos ni la gripe me han detenido. Y como estoy aprendiendo a ser buena gente conmigo, mejor me voy tempranito a casa, me tomo un té y me meto a la cama mientras veo una película. Necesito descansar.
Como quien tiene una carnicería, cerrado por la peste.
Comentarios