Ir al contenido principal

Funerales

Sobre la cama yacen mis piernas, inamovibles, insoportables. Más allá el dolor es un lobo que me arranca las vísceras, que lame toda mi espalda y la deja con heridas ínfimas que cada una supone un pinchón de aguja oxidada. Los brazos no responden. Por hoy quisiera que el infinito se instalara un momento en mi cuna que soy yo misma abrazándome y esperando que no pase nada. Que nada se mueva, que nada duela.

Entre el desvarío se abre un pasillo luminoso en el que aparece un niñito que ante mi estado empieza a dejar caer todo aquello con lo que me sepultará. Sonríe con picardía. Entre brazos lleva peluches de felpa, un leopardo llamado Leo custodia mi corazón volátil. Cosquillitas, el perro verde, se encargará de guardar uno de mis senos, el derecho; otro conejo cae en mi vientre y más allá un sinfín de animales sonrientes se apelmazan sobre mí y son mi mausoleo.

Los fármacos han tardado demasiado. Y solo después de ese ritual largo empieza a recorrerme esa pastillita roja ovoide. Pasea dentro mío, hace lo suyo. Mientras tanto contiemplo mi propia muerte un instante. Me gusta verla así, con un enviado tan hermoso, tan sonriente y saltarín que no deja de bailar al lado de mi cama.

Entonces el muchachito dice que ya es demasiado, él mismo retira la sepultura y la mete bajo las cobijas, esconde a los animalitos de algún mounstro que no soy yo. Brinca triunfante, nadie los ha hallado.

Este funeral me gusta, tan colorido, tan animoso. Entre la suavidad de todo aquello empiezo a sumirme en ese sopor exquisito que me cocina. Duele poco... duele menos.

El lobo se va sin despedirse.

*

Comentarios

Pulgamamá ha dicho que…
El texto esta hermosisimo pero tu estas bien?
Te extrano!
VIKTOR VIKTOROVICH ha dicho que…
¡Brillante, Lorena Augusta! Nos, que hemos pasado por experiencias cuasi similares en alguna etapa depresiva, sin duda aplaudimos lo bien que has descrito ese ambiente... ¿No te digo que sos genial?

Ah, por cierto, creo que ya entendí lo que me dijiste cuando te llamé por teléfono, jajaja ¡Yo creí que eran bromas tuyas!
Armando ha dicho que…
Fascinante, exacto: lo leí tres veces!. Solo me inquieta "esa pastillita roja ovoide".
Apropósito de lobo,pienso en
Virginia Woolf. . .

P.S. Gracias!
Your visit light up my day.
And The Plague in Spanish is
for nostalgia, just that.

Shauuuu, Lorena!
Lorena J. Saavedra ha dicho que…
Extranjera: Sí, sobreviví. Te quiero montones, sos divina.
Victorovich: Y yo me divertí con tu "deséxito". Honores los que me hacés.
Armando: Vos a mí con esa pieza. La Woolf, ¿quién sobreviviría? Hermosa. La pastilla me hizo bien, relax. Besos.

Entradas populares de este blog

Satisfaction

Voy en el cacharro que da la vuelta en la Jerusalén y que llega al centro de gobierno, y en el centro comercial snob ese, por el que mandaron al carajo mi parque para bicicleta, se suben dos chicos con guitarra en mano. Chicos tiernos, jugosos... no sé si crujientes. Habrá que ver. El líder tendrá 17, usa camisa a cuadros, celeste, arremangada, metida en el pantalón raído. Su guitarra ha batallado, ha gritado, ha murmurado. Es azul y color madera. El compañero parece más callado, se limita a hacer el punteo correcto de la canción. Dan gracias al cielo por un hermoso día, por la belleza de esta mañana. Parece que cantarán alabanzas, me digo, que no estaría mal. Con su saludo, anuncian su primera interpretación. 1) Satisfaction , de los Rolling Stones I can't get no satisfaction I can't get no satisfaction 'cause i try and i try and i try and i try I can't get no, i can't get no Y con su I try... I try sacan sonrisas, bajan la tensión, por un instante olvida uno que h...

Carta a Ana Vilma de Escobar

Señora Ana Vilma, permítame dejar de llamarle señora para que, como vos querés, te trate como se le trata al populacho: de vos. No te sintás ofendida por el voceo. Nosotros acá en la calle así somos. Anduve mirusquiando algunas fotos en las que aparecés, y quizá me permitiré explicarte un par de cositas. Como sos nueva en estos lares, pues no estaría mal que te consigás un asesor que venga de “abajo” para que te explique cómo va la cosa por acá. Como a nadie de tu campaña se le prendió el foco, o quizá sí consultaron Maquiavelo, pero no de la manera más precisa, entonces permitime comentar. Si Maquiavelo dice en El Príncipe que “te acerqués al pueblo”, que tus ministros, o vos, hablen su idioma, también tenés que tener en cuenta que acá abajo otro mundo es. Te muestro algunas acciones que quizá, quiero creer, hiciste con buena intención... pero que no fueron de agrado. Los choripanes Empezaste tu campaña para diputada con los choripanes de El chino. Un alimento bien apreciado por ...

La cosecha

Tendría yo entre 10 y 12 años cuando fuimos con mi familia a cosechar café. La finca se llamaba Las Delicias (me parece) y quedaba en las faldas del volcán de San Salvador. Ahora todo eso es pura urbanización. Era enero y hacía mucho frío. Recuerdo que íbamos todos en la familia con mucho entusiasmo que poco a poco se iba apagando cuando la respuesta de los adultos era la misma: "Todavía falta bastante". Nuestros pies estaban llenos de polvo y cansancio, pero sabíamos que era una aventura que queríamos emprender. Vengo de una familia del campo, aunque yo crecí en una de esas ciudades con el ego hinchado porque una vez en la vida fueron la capital, pero ya no. Aun así, durante mi niñez los encuentros con las noches estrelladas, los aullidos de coyotes y los gatos en la cocina fueron frecuentes. Esa vez que fuimos al cafetal, íbamos todos: abuela, tíos y tías, primos (muuuchas primas), hermano, madre y padre. Ahí aprendí qué era una tarea, un surco, qué tipo de bayas de café ha...