Ir al contenido principal

Ellas, las que escriben

Acaba de morir Nadine Gordimer. Acaba de morir Ana María Matute. Toni Morrison tiene ya 86 años. Pronto se irá... y voy a tener que soportarlo. Voy a tener que llorar quedito primero... y luego, mientras mi hombre me dice "lo siento", voy a escribir sobre lo vitales que fueron...

No, entonces me corregiré y voy a decirme que soy estúpida y descuidada porque el pretérito es algo bien cruel. Entonces, mientras las gotas de la lluvia caen en el techo pensaré en que "era" no es la palabra apropiada. Diré "son" y me prometeré como quien hace un contrato infantil que siempre será en presente, que por mis venas corren sus palabras, que quisiera que sus fantasmas me azotaran la tristeza.

En un chasquido volveré al aula B-24 y Aníbal Meza me volverá a asignar Diario de una buena vecina, y entonces le repetiré que lo he odiado, que es maravilloso, pero que odiaré siempre internarme en ese mundo grotesco... y diré diez años después que esas imágenes que yo creé con palabras ajenas jamás se irán de mi mente. Nadine, Nadine...

Mi infancia tardía se me hará agua, hervirá y con chocolate en tabletas se volverá bebida de dioses. Mi infancia me la dio Matute. Y corrimos por el río y le gritamos a los caballos. Los árboles, María, se inclinarán y me dejarán que les cuente mis cuentos...

También seré Sula por dos noches. La primera noche lloraré por mis opaquedades y trataré de que los rubíes sean mis labios y jamás olvidaré los pasos lentos que por las noches le arrancaban a aquella muchacha la tranquilidad. Y los niños que muerieron en el coche jamás dejarán de susurrarme atrocidades... y las monjas muertas, Toni, siempre gritarán sus rosarios...

La segunda noche...

Se me van ellas... se me va la vida. No. Entonces corregiré mi tiempo verbal de nuevo y diré que mil vidas de mil mujeres las he vivido con ellas. Con las que escriben. Y sus cuerpos se degradarán y entonces...

Entonces llegará la segunda noche y será un mañana de sábado. El señor del estudio de foto mirará a Toni y, como con ella, también iluminará mi cabello afro. Y jamás olvidaré qué es estar bajo las luces. Pensaré en las trenzas de Toni y que el hombre que me retrata querrá que para la eternidad  me sienta como ellas, como las que escriben.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Satisfaction

Voy en el cacharro que da la vuelta en la Jerusalén y que llega al centro de gobierno, y en el centro comercial snob ese, por el que mandaron al carajo mi parque para bicicleta, se suben dos chicos con guitarra en mano. Chicos tiernos, jugosos... no sé si crujientes. Habrá que ver. El líder tendrá 17, usa camisa a cuadros, celeste, arremangada, metida en el pantalón raído. Su guitarra ha batallado, ha gritado, ha murmurado. Es azul y color madera. El compañero parece más callado, se limita a hacer el punteo correcto de la canción. Dan gracias al cielo por un hermoso día, por la belleza de esta mañana. Parece que cantarán alabanzas, me digo, que no estaría mal. Con su saludo, anuncian su primera interpretación. 1) Satisfaction , de los Rolling Stones I can't get no satisfaction I can't get no satisfaction 'cause i try and i try and i try and i try I can't get no, i can't get no Y con su I try... I try sacan sonrisas, bajan la tensión, por un instante olvida uno que h...

Carta a Ana Vilma de Escobar

Señora Ana Vilma, permítame dejar de llamarle señora para que, como vos querés, te trate como se le trata al populacho: de vos. No te sintás ofendida por el voceo. Nosotros acá en la calle así somos. Anduve mirusquiando algunas fotos en las que aparecés, y quizá me permitiré explicarte un par de cositas. Como sos nueva en estos lares, pues no estaría mal que te consigás un asesor que venga de “abajo” para que te explique cómo va la cosa por acá. Como a nadie de tu campaña se le prendió el foco, o quizá sí consultaron Maquiavelo, pero no de la manera más precisa, entonces permitime comentar. Si Maquiavelo dice en El Príncipe que “te acerqués al pueblo”, que tus ministros, o vos, hablen su idioma, también tenés que tener en cuenta que acá abajo otro mundo es. Te muestro algunas acciones que quizá, quiero creer, hiciste con buena intención... pero que no fueron de agrado. Los choripanes Empezaste tu campaña para diputada con los choripanes de El chino. Un alimento bien apreciado por ...

La cosecha

Tendría yo entre 10 y 12 años cuando fuimos con mi familia a cosechar café. La finca se llamaba Las Delicias (me parece) y quedaba en las faldas del volcán de San Salvador. Ahora todo eso es pura urbanización. Era enero y hacía mucho frío. Recuerdo que íbamos todos en la familia con mucho entusiasmo que poco a poco se iba apagando cuando la respuesta de los adultos era la misma: "Todavía falta bastante". Nuestros pies estaban llenos de polvo y cansancio, pero sabíamos que era una aventura que queríamos emprender. Vengo de una familia del campo, aunque yo crecí en una de esas ciudades con el ego hinchado porque una vez en la vida fueron la capital, pero ya no. Aun así, durante mi niñez los encuentros con las noches estrelladas, los aullidos de coyotes y los gatos en la cocina fueron frecuentes. Esa vez que fuimos al cafetal, íbamos todos: abuela, tíos y tías, primos (muuuchas primas), hermano, madre y padre. Ahí aprendí qué era una tarea, un surco, qué tipo de bayas de café ha...