1. Escriba un nombre en Google (o cualquier buscador en la web, el que usted quiera).
2. Inmediatamente (depende de su banda) aparecerá una lista con hipervínculos en los que más o menos distiguirá ese nombre que busca. Elija aquel de la lista que se parezca a lo que necesita, lo más parecido y que de dominio no tenga algo así como rincóndelvago.com y similares en los que no se pueda confiar. Digo, no son sitios para andar buscando nombres serios como los que buscamos nosotros.
3. Indague en la página que eligió y vea si de verdad la información cumple los requisitos que necesita.
4. Verifique un par de sitios más y listo. Existe.
(5. O escriba otra vez el nombre que busca, dele clic, y el buscador da señal de alarma con un triángulo amarillo y suelta esa brutal frase: "No se ha encontrado ningún resultado para..."
Resolución:
Simple y llano, si no aparece en la web no existe. (Como cuando el profesor de filosofía dijo: cae una piedra en el desierto y nadie la escucha. ¿Existió ese sonido?
PD Lo más terrible de todo esto es el golpe al ego por si de casualidad lo que uno busca es algo sobre sí mismo, o sea, sobre lo que los otros dicen de nosotros mismos. Justo en este siglo se vuelve imposible ser anónimo. Ya me lo dijo mi maestro, el de tirantes rojos, que es una maravilla pasar inadvertido, gris. Será que tiene razón... probemos.
2. Inmediatamente (depende de su banda) aparecerá una lista con hipervínculos en los que más o menos distiguirá ese nombre que busca. Elija aquel de la lista que se parezca a lo que necesita, lo más parecido y que de dominio no tenga algo así como rincóndelvago.com y similares en los que no se pueda confiar. Digo, no son sitios para andar buscando nombres serios como los que buscamos nosotros.
3. Indague en la página que eligió y vea si de verdad la información cumple los requisitos que necesita.
4. Verifique un par de sitios más y listo. Existe.
(5. O escriba otra vez el nombre que busca, dele clic, y el buscador da señal de alarma con un triángulo amarillo y suelta esa brutal frase: "No se ha encontrado ningún resultado para..."
Resolución:
Simple y llano, si no aparece en la web no existe. (Como cuando el profesor de filosofía dijo: cae una piedra en el desierto y nadie la escucha. ¿Existió ese sonido?
PD Lo más terrible de todo esto es el golpe al ego por si de casualidad lo que uno busca es algo sobre sí mismo, o sea, sobre lo que los otros dicen de nosotros mismos. Justo en este siglo se vuelve imposible ser anónimo. Ya me lo dijo mi maestro, el de tirantes rojos, que es una maravilla pasar inadvertido, gris. Será que tiene razón... probemos.
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