Traigo a cuenta un estudio de Berguer y Luckman que habla sobre la construcción social de la realidad (si hay algún letrado por ahí, dispense, esto es una caricatura), específicamente sobre el encuentro cara a cara.
Procuraré explayarme.
Si hay algo apasionante es ese folleto es la idea de ir construyendo la vida a pedazos. A puras deducciones, a puro ensayo y error, como todo.
Uno se construye a sí mismo a partir de la ropa que uno se pone, de las palabras que dice, lo que no dice, desde los libros que no lee y los programas de televisión que sí se ven. Así, por ejemplo: me levanto con la loca idea de que hoy, 17 de diciembre, tengo ganas de ser (o verme al menos) como una puta. Entonces tengo que darle verosimilitud a mi escogitación e iré a buscar medias de red y una minifalda. Hecho. (Y hablar como puta, claro.)
Cualquiera (algunos) que me vea en la calle dirá que sí, que mi experimento tuvo éxito. Puras falsedades porque es la fachada de lo que hoy, 17 de diciembre, quise ser.
Otro ejemplo: me levanto un 18 de diciembre con la loca idea de ser... mmm, no sé, una modelo... no, una modelo no, algo más divertido. ¡Una loca! Entonces no recurro a nada y voy al armario y saco una playera amarilla, me pongo mis jeans de siempre y mis imitaciones de All Star. Hecho. Nadie se inmutará.
Ahora, Berguer y Luckman dicen que uno desmitifica lo que cree que el otro es cuando se da ese ansiado encuentro cara a cara. Cuando por fin se ponen cita y van a un café a tomarse de las manos.
Existimos de todas las maneras que creemos que es posible: avatares, fotos, palabras, canciones, ropa que nos ponemos encima, las palabras que decimos... lo que sea.
Así, este blog y todos los blog son extensiones de lo que creemos que somos, de esa construcción social de la realidad.
Y con los días vamos hallándonos nosotros cara a cara. ¿Será?
Procuraré explayarme.
Si hay algo apasionante es ese folleto es la idea de ir construyendo la vida a pedazos. A puras deducciones, a puro ensayo y error, como todo.
Uno se construye a sí mismo a partir de la ropa que uno se pone, de las palabras que dice, lo que no dice, desde los libros que no lee y los programas de televisión que sí se ven. Así, por ejemplo: me levanto con la loca idea de que hoy, 17 de diciembre, tengo ganas de ser (o verme al menos) como una puta. Entonces tengo que darle verosimilitud a mi escogitación e iré a buscar medias de red y una minifalda. Hecho. (Y hablar como puta, claro.)
Cualquiera (algunos) que me vea en la calle dirá que sí, que mi experimento tuvo éxito. Puras falsedades porque es la fachada de lo que hoy, 17 de diciembre, quise ser.
Otro ejemplo: me levanto un 18 de diciembre con la loca idea de ser... mmm, no sé, una modelo... no, una modelo no, algo más divertido. ¡Una loca! Entonces no recurro a nada y voy al armario y saco una playera amarilla, me pongo mis jeans de siempre y mis imitaciones de All Star. Hecho. Nadie se inmutará.
Ahora, Berguer y Luckman dicen que uno desmitifica lo que cree que el otro es cuando se da ese ansiado encuentro cara a cara. Cuando por fin se ponen cita y van a un café a tomarse de las manos.
Existimos de todas las maneras que creemos que es posible: avatares, fotos, palabras, canciones, ropa que nos ponemos encima, las palabras que decimos... lo que sea.
Así, este blog y todos los blog son extensiones de lo que creemos que somos, de esa construcción social de la realidad.
Y con los días vamos hallándonos nosotros cara a cara. ¿Será?
Comentarios
vividos,claro que sí. La verdad desmitifica.
Saludos y feliz fin de semana!
La música:http://www.goear.com/index.php
+ copy and paste in new post= ready.
Un abrazo prenavidad, Ar.