Fui y vine para honrar a dos patrones.
Llegué temprano a casa y vi tonterías en la tele.
Platiqué con un amor ido y no olvidado.
Recibiré un paquete espléndido porque sí, viene desde el sur.
Los teléfonos no suenan en la madrugada.
Caminé por mis antiguos dominios y respiré lento.
Vi al hermoso tipo cineasta canoso y le grité un ¡qué guapo! desde el otro lado de la calle.
El tipo guapo canoso me dio dos besos y me dijo linda (y me invitó a un taller).
Almorcé con mi madre.
Pagué mis deudas.
Adquirí otra deuda por un chinero que hará feliz a mi vieja.
Me compré un sorbete artesanal de coco.
No vi el sol caer.
Aquí el agua sabe feo.
Cené sola frente a la computadora.
Escuché Giorgia in my mind a todo volumen.
Añoré susurrar un nombre... que no tengo.
Me desesperé otra vez por mi viejo que no está.
Me regalaron un chocolat mint oolong tea.
Leo sin que me chinguen.
Tengo una familia que me espera cuando llego tardísimo...
Y tengo al enano, que no es mi retoño, pero me entrena para que no me den ganas de ser mamá y que lo consienta solo a él.
¿Por qué chingo tanto si así soy feliz?
¡No agarrés llave, loca!
Ah... maldita inconformidad... te aniquilaré...
PD: Miren, miren, esa era la manita de mi viejo (bien lindo. me hacía caso en todas las tonteras que necesitaba.) La hizo de modelo para mostrar la semilla de higuerillo para una entrevista de biodiésel. Tantán.
Comentarios
Saludos
La detesto yo también.