Ir al contenido principal

El diccionario ambulante

Mientras el ímpetu está aquí... proseguiré. Resulta que amo los diccionarios, más los que tienen fotos, y mucho más lo que tienen hipertexto, saltar y saltar de palabra en palabra. Es mi oficio. Vivo para dudar si tal o cual palabra se escribe bien. Me pagan por dudar, por buscar, por averiguar si algún verbo está mal, si estos se inventan palabras, si de casualidad olvidaron un detalle. Eso hago.

Así que, pobre de mí, infortunada de mí, la gente de repente cree que puedo ser un diccionario ambulante. Y no, ya quisiera haberlo memorizado todo, en serio. Y nunca he sido buena con la memorización de datos, no se me da. En cambio, soy muy buena para averiguar e indagar detalles. Yo si no sé algo, probablemente tenga el contacto de quién sí lo sabe. Esa es mi virtud, ser obsesiva con lo que no sé. Lo busco, fin del cuento.

Como cuando una vez mi amigo Álvaro buscaba el nombre de una plantita, y la única referencia que teníamos era la foto. Con imagen en pantalla, usé el buscador y luego de algunas horas colocando frases raras como pompón, pétalos tubulares y tonterías así, felizmente sí encontré (antes que él, que es su oficio también) el nombre de la planta: Zinnia.

Hoy, hace un rato, una amiga me asaltó en el msn con su duda de "vandolero" o "bandolero". Y yo: mmm no sé. Y como de verdad no sabía y estaba ocupada, le regresé un mensaje con la dirección de la Rae. Indignada, ella, me dijo que a mí nada me costaba decirle cómo se escribía. ¡Pero qué barbaridad!, pensé, ¿tengo que saberlo todo? Y me sentí triste. De verdad no lo sabía. ¡Ash! Qué terrible, ¿no podía ella buscarlo por sí misma?

Ah, qué cosas estas. Este... se me fue el ímpetu y la emoción porque ya les conté lo que me hicieron: un "maltratamiento" chusco y a priori por no saber cómo putas se escribe V/Bandolero.

Ahí les dejo:
bandolero, ra
(De bando2).

1. m. y f. bandido (‖ persona que roba en los despoblados).
2. m. y f. bandido (‖ persona perversa).
3. f. Mujer que vivía con bandoleros.



¡Feliz-japy day!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Satisfaction

Voy en el cacharro que da la vuelta en la Jerusalén y que llega al centro de gobierno, y en el centro comercial snob ese, por el que mandaron al carajo mi parque para bicicleta, se suben dos chicos con guitarra en mano. Chicos tiernos, jugosos... no sé si crujientes. Habrá que ver. El líder tendrá 17, usa camisa a cuadros, celeste, arremangada, metida en el pantalón raído. Su guitarra ha batallado, ha gritado, ha murmurado. Es azul y color madera. El compañero parece más callado, se limita a hacer el punteo correcto de la canción. Dan gracias al cielo por un hermoso día, por la belleza de esta mañana. Parece que cantarán alabanzas, me digo, que no estaría mal. Con su saludo, anuncian su primera interpretación. 1) Satisfaction , de los Rolling Stones I can't get no satisfaction I can't get no satisfaction 'cause i try and i try and i try and i try I can't get no, i can't get no Y con su I try... I try sacan sonrisas, bajan la tensión, por un instante olvida uno que h

Carta a Ana Vilma de Escobar

Señora Ana Vilma, permítame dejar de llamarle señora para que, como vos querés, te trate como se le trata al populacho: de vos. No te sintás ofendida por el voceo. Nosotros acá en la calle así somos. Anduve mirusquiando algunas fotos en las que aparecés, y quizá me permitiré explicarte un par de cositas. Como sos nueva en estos lares, pues no estaría mal que te consigás un asesor que venga de “abajo” para que te explique cómo va la cosa por acá. Como a nadie de tu campaña se le prendió el foco, o quizá sí consultaron Maquiavelo, pero no de la manera más precisa, entonces permitime comentar. Si Maquiavelo dice en El Príncipe que “te acerqués al pueblo”, que tus ministros, o vos, hablen su idioma, también tenés que tener en cuenta que acá abajo otro mundo es. Te muestro algunas acciones que quizá, quiero creer, hiciste con buena intención... pero que no fueron de agrado. Los choripanes Empezaste tu campaña para diputada con los choripanes de El chino. Un alimento bien apreciado por

Madres que rezan

 La primera vez que le vi me pareció un monumento, una diosa, una roquera indómita también. Una no sabe muy bien cómo es que hace clic con ciertas personas y eso me pasó a mí con Sara. Supongo que se va a sonrojar porque escriba de ella, pero que la zoque, que se aguante, es el punto de vista de mi texto y qué mejor manera de comenzar que con un personaje fuerte, bien fuerte. Ella me hizo explorar otros límites, les cuento. Hacía mucho que no tenía un arrebato de escritora, porque yo soy sí, de arrebatos, impulsiva y poco pensadora para algunas cosas. Para escribir, me gusta que me posea un nosequé. Musas dirán algunos, pero a mí esas viejas no me hacen ojitos. Prefiero pensar en un huracán interno. Y por eso estoy en este lío. Sin ánimo de irme por las ramas, recién entro al campo de las artistas plásticas . Eso les dije a mis amigos en broma cuando les invité a la próxima exhibición del Museo de Arte (MARTE). Todo comenzó con un correo muy largo, bello eso sí (Sara, son bien largos),