Sutil. Melancólica. Delirante.
La voz de Chet Baker se contornea como una muchachita traviesa que se sabe mujer. Lame cuellos ásperos, repta y abraza. Chet es un dandy sentado en una silla, está solo con su trompeta mientras mira hacia el horizonte que no queda lejos, sino ahí, a un costado. Se sabe seductor.
Suduce Baker, y no es el único.
La voz de Chet Baker se contornea como una muchachita traviesa que se sabe mujer. Lame cuellos ásperos, repta y abraza. Chet es un dandy sentado en una silla, está solo con su trompeta mientras mira hacia el horizonte que no queda lejos, sino ahí, a un costado. Se sabe seductor.
Suduce Baker, y no es el único.
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