Voy en el cacharro que da la vuelta en la Jerusalén y que llega al centro de gobierno, y en el centro comercial snob ese, por el que mandaron al carajo mi parque para bicicleta, se suben dos chicos con guitarra en mano.
Chicos tiernos, jugosos... no sé si crujientes. Habrá que ver. El líder tendrá 17, usa camisa a cuadros, celeste, arremangada, metida en el pantalón raído. Su guitarra ha batallado, ha gritado, ha murmurado. Es azul y color madera. El compañero parece más callado, se limita a hacer el punteo correcto de la canción. Dan gracias al cielo por un hermoso día, por la belleza de esta mañana. Parece que cantarán alabanzas, me digo, que no estaría mal. Con su saludo, anuncian su primera interpretación.
1) Satisfaction, de los Rolling Stones
I can't get no satisfaction
I can't get no satisfaction
'cause i try and i try and i try and i try
I can't get no, i can't get no
Y con su I try... I try sacan sonrisas, bajan la tensión, por un instante olvida uno que hay unos doce muertos diarios en este país. Satisfaction deja buen sabor de boca. Alivia el alma.
2) Luego viene I feel fine de The Beatles
I'm so glad that she's my little girl...
She's in love with me and I feel fine
She's in love with me and I feel fine, mmm, mmm
Qué lindo es estar enamorado, dice el vocalista. Suspira, ríe. Se balancea para no caer en el piso del autobús. Orgullosos de su repertorio saben que han gustado, se regodean, y sin interés dicen que si queremos les podemos colaborar con "algo". Si lo necesitan bueno, si no, también, se han divertido. Eso parece. Parece que no son rastreros.
Imagino que quizá se han carcajeado entre sí en las gradas de sus casas, ahí en la calle cantando su repertorio. Bajando de internet desde un cibercafé alquilado las canciones a tocar.
Riéndose luego mientras comen un pan en la calle, repartiendo 50 y 50 la ganancia. Saboreando que hoy ha sido una buena mañana.
Parece que no lo necesitan, parece que se divierten.
Antes de bajarse, el del punteo, con su uñeta dura en la boca, me responde que se llama Iván, y su amigo, Danilo. Está contento. Se van despacito, entre la gente. Entre la simpatía que han dejado.
Satisfaction distrae y por un momento no recordamos que en este país matan a doce personas diarias, y Danilo, el líder, nos lo recuerda: Demos gracias a Dios que hoy no nos ha pasado nada.
Satisfaction, satisfaction.
Chicos tiernos, jugosos... no sé si crujientes. Habrá que ver. El líder tendrá 17, usa camisa a cuadros, celeste, arremangada, metida en el pantalón raído. Su guitarra ha batallado, ha gritado, ha murmurado. Es azul y color madera. El compañero parece más callado, se limita a hacer el punteo correcto de la canción. Dan gracias al cielo por un hermoso día, por la belleza de esta mañana. Parece que cantarán alabanzas, me digo, que no estaría mal. Con su saludo, anuncian su primera interpretación.
1) Satisfaction, de los Rolling Stones
I can't get no satisfaction
I can't get no satisfaction
'cause i try and i try and i try and i try
I can't get no, i can't get no
Y con su I try... I try sacan sonrisas, bajan la tensión, por un instante olvida uno que hay unos doce muertos diarios en este país. Satisfaction deja buen sabor de boca. Alivia el alma.
2) Luego viene I feel fine de The Beatles
I'm so glad that she's my little girl...
She's in love with me and I feel fine
She's in love with me and I feel fine, mmm, mmm
Qué lindo es estar enamorado, dice el vocalista. Suspira, ríe. Se balancea para no caer en el piso del autobús. Orgullosos de su repertorio saben que han gustado, se regodean, y sin interés dicen que si queremos les podemos colaborar con "algo". Si lo necesitan bueno, si no, también, se han divertido. Eso parece. Parece que no son rastreros.
Imagino que quizá se han carcajeado entre sí en las gradas de sus casas, ahí en la calle cantando su repertorio. Bajando de internet desde un cibercafé alquilado las canciones a tocar.
Riéndose luego mientras comen un pan en la calle, repartiendo 50 y 50 la ganancia. Saboreando que hoy ha sido una buena mañana.
Parece que no lo necesitan, parece que se divierten.
Antes de bajarse, el del punteo, con su uñeta dura en la boca, me responde que se llama Iván, y su amigo, Danilo. Está contento. Se van despacito, entre la gente. Entre la simpatía que han dejado.
Satisfaction distrae y por un momento no recordamos que en este país matan a doce personas diarias, y Danilo, el líder, nos lo recuerda: Demos gracias a Dios que hoy no nos ha pasado nada.
Satisfaction, satisfaction.
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