Ya que estamos en el despilfarro de ideas grotescas y serviles en función de que supuestamente no muere el amor de corazones fuscia y promociones al 2×1, hace bien recibir correos electrónicos masivos (por suscripción) en los que incluyen esos regalos a la medida, de esos que ni al más sorprendente enamorado se le hubiera ocurrido. Y sí, tan poco confiamos.
Para mí y otros miles más, de parte de El Volcán: Amor sin fin, de Adanowsky.
Deprimámonos, por favor.
Para mí y otros miles más, de parte de El Volcán: Amor sin fin, de Adanowsky.
Deprimámonos, por favor.
Comentarios
Primores